miércoles, 25 de julio de 2018

Comparando algunos Modelos del Diseño Instruccional

Por:  Heriberto Rodríguez Adorno

La educación ha ido evolucionando aceleradamente ante los constantes cambios que surgen del entorno social.  El alumnado actual presenta nuevas necesidades e intereses diferentes, que suponen una atención efectiva para garantizar un quehacer educativo exitoso.  Por consiguiente, la integración de nuevas estrategias instruccionales, asumir una actitud de cambio hacia la inmersión de nuevos métodos de enseñanza y entablar mejores procesos de apoyo y evaluación, pudieran constituir una educación más efectiva (Torche, Martínez, Madrid y Araya, 2015).  En esa dirección, la educación a distancia (EaD) ha ido desarrollándose y con ella la necesidad de conceptualizar mejores estrategias educacionales que contribuyan a lograr los objetivos propuestos.  Por lo cual, en este trabajo se presenta el estudio, análisis, investigación y comparación de dos modelos de diseño instruccional (DI) para la enseñanza en línea.
Para Pérez (2018), la EaD mantiene un rol fundamental de encaminar las oportunidades educativas, valorarlas y ofrecerlas a la comunidad a través de sistemas tecnológicos que permitan la elaboración de materiales y recursos con altos niveles de interactividad para el alumno y así garantizar un aprendizaje significativo.  Sin dudas, esto se puede lograr a través de la formulación de estrategias que conceptualicen lo que se quiere enseñar.  En ese sentido, el DI es “un enfoque sistemático para la creación de cursos eficaces” (Arshavskiy, 2014, p. 4).  Desde el punto de vista de la autora, el DI es una ciencia fundamentada en las distintas teorías de aprendizaje y un arte que supone de una creatividad que debe formar parte del proceso.  Asimismo, plantea que los cursos en línea exitosos son atractivos para el estudiante cautivando sus sentidos auditivos, visuales y táctiles.  De igual manera lo indicaron Góngora y Martínez (2012), estableciendo que todos los aspectos que se diseñan para el aprendizaje en línea deben contribuir a lograr habilidades de pensamiento lógicas y efectivas.
Existen distintos modelos de DI que han ido evolucionando, con el propósito de explicar todo el proceso educativo que se pretende llevar a cabo (Hodell, 2016).  Ante la descrita inmersión tecnológica en el ámbito educativo, Mora y Ramos (2017) puntualizan la necesidad que tienen los docentes de presentar nuevas estrategias instruccionales alineadas a la realidad del alumnado actual.  Evidentemente, los cambios en la educación han puesto de manifiesto la importancia de entablar nuevos enfoques, mejores materiales instruccionales, distintos procesos evaluativos y garantizar una interacción pedagógica que propenda el éxito educativo.  Enmarcados en esa realidad, algunos de los modelos de DI más utilizados son:  Modelo ADDIE; Modelo de Seels and Glasgow; Modelo de Enfoque de Sistemas de Dick and Carey; Modelo ASSURE; Modelo de Aprendizaje en Línea de las Cuatro Puertas (4D); y el Modelo de Aproximación Sucesiva (SAM).
Los modelos de DI ADDIE y ASSURE presentan características y enfoques similares con algunas diferencias que es necesario describir para comprender lo que proponen y hacia dónde se dirigen.  En primer término, se hace importante indicar que ADDIE es un modelo clásico entre los diseñadores instruccionales (Arshavskiy, 2014).  Su nombre obedece a las distintas fases que se proyectan en un DI:  Análisis, Diseño, Desarrollo, Implementación y Evaluación (ADDIE).  De acuerdo con Belloch (2013), este modelo es interactivo, en el cual la evaluación formativa de cada fase guía al diseñador instruccional y le permite, si es necesario, regresar a las fases previas con mayor facilidad.  Las fases del modelo recogen las distintas tareas y tienen como finalidad desarrollar el curso propuesto.  Sobre la fase denominada Análisis, el modelo pretende aclarar los problemas que se presentan (Arshavskiy, 2014), determinar las características de los alumnos o audiencia (Sicán, Son y Fernández, 2017) y analizar el contenido (Belloch, 2013).  Por su parte, el Diseño busca seleccionar el mejor ambiente pedagógico (Sicán, Son y Fernández, 2017), se describen los objetivos instruccionales y se distribuyen la estructura del curso (Arshavskiy, 2014).  En la fase de Desarrollo, según Belloch (2013) se crean “los contenidos y materiales de aprendizaje basados en la fase de diseño” (p. 11).  Sobre la Implementación, se ejecuta la planificación propuesta con los alumnos (Arshavskiy, 2014 y Belloch, 2013).  Finalmente, Sicán, Son y Fernández (2017) establecen que la Evaluación es el proceso para emitir juicio sobre la efectividad del curso implementado.
De acuerdo con Hodell (2016), el modelo ADDIE reconoce todos los elementos y funciones requeridas para desarrollar un currículo efectivo.  Asimismo, el autor concluye que los demás modelos son basados en ADDIE, dado que provee los detalles y requisitos básicos que debe contener un DI exitoso.  En esa dirección, Belloch (2013) planteó que ADDIE es el modelo básico, conteniendo las fases esenciales del DI.  Para Arshavskiy (2014), este modelo es clásico, representa el fundamento para los demás enfoques de DI y establece que una desventaja de éste es su diseño lineal y poco flexible.  En la tabla 1 se presenta las características del modelo ADDIE.
Tabla 1
Características del Modelo ADDIE
Aspectos medulares
Características
1.     Elementos del proceso


Análisis, Diseño, Desarrollo, Implementación y Evaluación
2.     Patrón

Lineal-estricto
3.     Diseño

Interactivo
4.     Diseñador
Le provee la oportunidad de revisar las etapas previas del diseño.

5.     Enfoque educativo (tradicional o virtual)
Trabaja con mayor efectividad en el enfoque virtual

Por otra parte, el Modelo ASSURE es basado en los postulados de Gagné y utiliza distintos medios de comunicación útiles para el diseño de cursos en línea (Arshavskiy, 2014).  La autora indicó que su acrónimo es: “Analizar a los participantes, Sentar objetivos, Seleccionar medios y materiales, Utilizar los medios y materiales, Requerir la participación del alumno y Evaluar y revisar, (ASSURE)” (p. 17).  Según Mora y Ramos (2017), este modelo de diseño instruccional se fundamenta en las teorías de aprendizaje cognoscitiva y constructivista.  Desde el punto de vista de Roig (2016), el modelo ASSURE es flexible, de fácil diseño y útil para cualquier ambiente de aprendizaje.  Asimismo, establece que este modelo se desarrolla tomando en consideración los estilos de aprendizaje de los alumnos para que éstos puedan tener un rol protagónico en la construcción del conocimiento.  Además, Roig (2016) planteó que ASSURE es efectivo en la planificación de lecciones virtuales por el apoyo que le brinda a la utilización de las TIC y a la creación de los materiales instruccionales por parte de los docentes.
Para Benítez (2010), el modelo ASSURE es flexible, adaptativo a cualquier ambiente de aprendizaje, con funcionalidad efectiva para la educación a distancia e ideal para instructores novatos en la planificación de cursos.  Desde la vertiente de Heinich et al. citado por Benítez (2010), este modelo representa seis procedimientos aplicados al proceso de enseñanza y aprendizaje:  a) el análisis de las características del alumno o participante como aspectos socioeconómicos y culturales e intereses particulares; b) el establecimiento de los objetivos de aprendizaje; c) la selección de estrategias, materiales y medios tecnológicos que serán utilizados; d) la utilización de los medios y materiales seleccionados previamente; e) la participación activa del estudiante como requisito de corroboración del cumplimiento de los objetivos propuestas; y f) la evaluación y revisión de la implementación para constatar cuáles son los resultados del aprendizaje.  La tabla 2 presenta las características del modelo ASSURE.
Tabla 2
Características del Modelo ASSURE
Aspectos medulares
Características
1.     Elementos del proceso


Análisis, Establecer objetivos, Selección de estrategias, Utilización de medios, Participación del estudiante y Evaluación de implementación

2.     Patrón

Flexible
3.     Diseño

Fácil y adaptativo
4.     Diseñador
Le provee la oportunidad de apoyo en la utilización de las TIC y debe fundamentar su diseño en las teorías cognoscitiva y constructivista

5.     Enfoque educativo (tradicional o virtual)
Útil para cualquier enfoque educativo

            







             Durante el desarrollo de este trabajo, se han presentado las características más importantes y destacadas de los Modelos ADDIE Y ASSURE de las que se desprenden similitudes y diferencias.  Primero, se destaca que ambos modelos de DI son sistemáticos y su utilización, a través de la elaboración del diseño de un programa o curso, está enmarcado en el desarrollo de etapas.  Asimismo, se expone que estos modelos pueden utilizarse en algún enfoque educativo y se resalta que ADDIE es más efectivo en la modalidad virtual y ASSURE contribuye a la utilización de las TIC como herramientas del proceso de enseñanza.  Esto quiere decir que, ambos modelos pueden integrar eficazmente el uso de recursos tecnológicos al proceso educativo.  Por su parte, tal y como establecen Sicón, Son y Fernández (2017) y Arshavskiy (2014), los modelos ADDIE y ASSURE contienen en su fase inicial el análisis de las necesidades de los participantes y sus intereses particulares como parte de su fundamento en el desarrollo de las estrategias instruccionales que se estarán diseñando.
            A su vez, es necesario destacar algunas diferencias entre los modelos de DI ADDIE y ASSURE.  La tabla 3 presenta los contrastes entre ambos modelos.
Tabla 3
Contrastes entre Modelos ADDIE y ASSURE
Características
ADDIE
ASSURE
1.      Diseño
Estricto y lineal
Adaptativo y flexible
2.     Utilidad
Enfoque virtual
Cualquier enfoque
3.     Evaluación
Cada etapa
Al final de implementación
4.     Paradigma
Ninguno
Constructivista y cognoscitivista
5.     Rol del docente
a.  Elaborar objetivos medibles.
b.  Desarrollar actividades instruccionales dirigidas al fortalecimiento del aspecto social del alumno.
c.  Promover la utilización de las TIC.
a.  Dirigir el proceso educativo.
b.  Diseña las actividades que se desarrollarán.
c.  Evaluar el desempeño del alumno.

            Por un lado, ADDIE es un modelo estricto y lineal, en gran medida, por la utilización de evaluaciones formativas para pasar de una etapa a otra.  Sin embargo, el modelo ASSURE es flexible e invita a corroborar la efectividad de los objetivos propuestos a través de la participación del alumno y, de ser necesario, llevar a cabo los cambios que contribuyan a mejorar el aprovechamiento académico.  Otro postulado que muestran diferencias estos modelos es el fundamento en las teorías de aprendizaje.  En ese sentido, ASSURE está alineado a las teorías de aprendizaje cognoscitivista y constructivista; ADDIE no está amparado en ningún enfoque teórico.  Otra gran diferencia que se puede apreciar en estos dos modelos es la utilidad que poseen para los enfoques educativos virtual, tradicional o híbrido.  En ese aspecto, el Modelo ADDIE pudiera representar mayor efectividad en el enfoque virtual y el Modelo ASSURE pudiera ser útil para cualquier de éstos exitosamente.
            Desde el punto de vista de Rodríguez (2017), los modelos ADDIE y ASSURE mantienen una etapa inicial similar en la realización de un análisis de las características sobre los participantes.  Sin embargo, la investigadora plantea que las primeras dos etapas de Modelo ASSURE deberían fusionarse en una por su correlación.  Además, expone que este modelo puede presentar deficiencias en la etapa evaluativa por entender que la retroalimentación del alumno, en la última etapa, no es suficiente para medir el logro del DI.   De acuerdo con Rodríguez (2017), todo proceso de DI debe contener una alta rigurosidad en el proceso evaluativo a través de distintos mecanismos o métodos que midan efectivamente el aprovechamiento académico.
             Por otra parte, Chiappe (2008) planteó que el modelo ADDIE minimiza la labor del diseñador instruccional.  En ese contexto, el autor indicó que este modelo se compone de un conjunto de procesos entrelazados que pretenden conceptualizar el DI y, por otro lado, le brinda un espacio limitado al diseñador debido a su esquema estricto y lineal.  Desde esa vertiente, Chiappe (2008) plantea que la restricción a la flexibilidad que posee el Modelo ADDIE lo coloca en una posición vulnerable para adaptarse a distintos escenarios del DI.  Además, distintos investigadores y expertos en DI han planteado que este modelo es muy genérico e inflexible. 
            Desde el punto de vista del exponente, el diseño de un curso en línea debería estar desarrollado a través del Modelo ADDIE.  Este modelo contempla la interrelación e interdependencia de cada una de las etapas propuestas por éste (Roca, 2018) a través de un proceso de evaluación formativa (Arshavskiy, 2014) y evaluación sumativa que brinda la oportunidad de conocer la efectividad del diseño propuesto.  Asimismo, Hodell (2016) estableció que el Modelo ADDIE contiene los elementos esenciales de un DI, es de fácil implementación y su estricta estructura o proceso constituye una herramienta fundamental para el diseñador.  Otro elemento considerado por el exponente para utilizar este modelo en el diseño de un curso en línea es la oportunidad que brinda de regresar a una etapa previa del diseño, si la evaluación reflejó datos poco confiables o inesperados.  El continuo proceso evaluativo entre las etapas, como herramienta que posee el diseñador, pretende asegurar el cumplimiento de los objetivos educacionales propuestos.
            Indudablemente, las distintas etapas de un DI a través del Modelo ADDIE constituyen la seguridad de elaborar una planificación categorizada por el análisis previo y por la dirección que debe contener a través de los objetivos.  Sobre este aspecto, Chiappe (2008) planteó que: 
Un proyecto en el cual se analiza primero, para después diseñar sobre el resultado del análisis y posteriormente producir ese diseño, ponerlo en funcionamiento y luego evaluar la experiencia, suena a un proceso que tiene lógica y sentido.  (p. 235)

Si bien es cierto que el Modelo ASSURE se adapta al diseño en cualquier enfoque, es fundamental plantear que éste no toma en consideración el proceso evaluativo entre las etapas del proceso.  Para el exponente, todo diseñador debe ostentar una retroalimentación continua de su elaboración.  Es importante reconocer que la oferta educativa debe estar alineada a la respuesta que se debe brindar a los intereses de la población interesada (Hernández y Córica, 2005).  En el caso de la modalidad en línea, los acelerados cambios en las herramientas tecnológicas inciden en la manera de articular efectivamente el proceso educativo.  Ante esa realidad, el Modelo ASSURE se coloca inefectivo por la carencia de procesos de evaluación continua.



Referencias
Arshavskiy, M.  (2014).  Diseño Instruccional para Aprendizaje en LíneaGuía esencial
            para la creación de cursos exitosos de educación en línea.  YouElearningWorld.
Belloch, C.  (2013).  Diseño Instruccional. Recuperado de
            https://www.uv.es/~bellochc/pedagogia/EVA4.pdf
Benítez, M.  (2010).  El modelo de diseño instruccional ASSURE aplicado a la educación a
distancia.  Revista Académica de Investigación, 1, 1-15.  Recuperado de http://www.eumed.net/rev/tlatemoani/01/pdf/63-77_mgbl.pdf
Chiappe, A.  (2008).  Diseño instruccional:  oficio, fase y proceso.  Informática educativa,
11(2), 229-239.  Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/eded/v11n2/v11n2a14.pdf
Góngora, Y.  & Martínez, O.  (2012).  Del diseño instruccional al diseño de aprendizaje con
aplicación de las tecnologías.  Teoría de la Educación. Educación y Cultura en la Sociedad de la Información, 13(3), 342-360.  Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=201024652016
Hernández, M.  & Córica, J.  (2005).  Modelo de diseño de un curso en línea.  Recuperado  de  
              http://www.virtualeduca2005.unam.mx/memorias/ve/extensos/carteles/mesa2/ 2005-      
               0330451MODELODEDISENODEUNCURSOENLINEA.pdf
Hodell, C.  (2016).  ISD From the Ground Up a No-Nonsense Approach to Instructional
            Design. (4ta ed).  Virginia:  ATD Press.
Mora, N.  & Ramos, L.  (2017).  Red social Facebook y el diseño instruccional ASSURE. 
Revista Arbitrada Venezolana del Núcleo Luz-Costa Oriental del Lago, 12(1), 189-199.  Recuperado de http://200.74.222.178/index.php/impacto/article/view/22706/22518
Pérez, J.  (2018).  Acercamiento al desarrollo de la educación a distancia
[Mensaje de blog].  Recuperado de https://vinculando.org/educacion/acercamiento-al-desarrollo-la-educacion-a-distancia.html
Roca, D.  (2018).  Evaluación de riesgos en el diseño de la plataforma E-Learning para
institutos superiores técnicos y tecnológicos.  Recuperado de https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/03/plataforma-elearning.html
Rodríguez, Y.  (2017).  ¿En Qué se Diferencian los Modelos de Instrucción A.D.D.I.E,
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Roig, R.  (2016).  Tecnología, innovación e investigación en los procesos de enseñanza-
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Sicán, S., Son, L.  & Fernández, K.  (2017).  Implementación del modelo ADDIE
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Torche, P., Martínez, J., Madrid, J.  & Araya, J.  (2015).  ¿Qué es “educación de calidad”
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            https://scielo.conicyt.cl/pdf/caledu/n43/art04.pdf

martes, 27 de febrero de 2018

Tendencias y Problemáticas en la Gestión de la Interacción en el Aprendizaje a Distancia

Por:  Heriberto Rodríguez Adorno

Introducción
La educación a distancia (EaD) se ha proliferado aceleradamente en los últimos años con innovadoras perspectivas pedagógicas contribuyendo al desarrollo y formación del ser humano.  Este crecimiento se ha ampliado en diversas áreas debido al auge en las nuevas tecnologías de información y comunicación y promueve nuevos paradigmas educativos tomando como base la innovación en la enseñanza y el aprendizaje.  De hecho, la EaD considera necesario construir verdaderas comunidades de aprendizaje virtuales que contribuyan a garantizar una educación de calidad.  Según Unceta (2008), los escenarios educativos deben aspirar a desarrollar un proceso educacional congruente con el entorno social que contribuya a una verdadera transmisión de conocimientos y valores sociales.  Por ende, los programas a distancia deben enmarcarse en canalizar las necesidades de un alumnado que presenta diferentes realidades en torno a su accesibilidad, tiempo y espacio.  Ante esa realidad, Simonson, Smaldino, Albright y Zvacek en Vela, Ahumada y Guerrero (2015) definen la educación a distancia como “una educación formal orientada por una institución en la que el grupo de estudiantes se encuentran distantes y mediante un sistema de comunicación interactivo, se relacionan estudiantes, profesores y recursos educativos” (p. 118).
            La EaD depende, en gran medida, de un proceso efectivo de interacción entre distintos componentes y actores educativos.  En este aspecto, Barberá et al. en Berridi, Martínez y García (2015) plantean que el proceso de interacción es el conjunto de reacciones interconectadas entre todos los elementos o personas que forman parte del proceso educativo dirigido a desarrollar el aprendizaje.  Por lo cual, la interacción es un elemento fundamental y es indispensable investigar, entender y conceptualizar los diferentes procesos que se desarrollan para todo programa a distancia.  Además, Friesen y Kuskis (2013) consideran importante evaluar las concepciones respecto a la relación que debe existir entre el estudiante y todos los diversos procesos educacionales que se pueden establecer a través de la EaD.  Por lo tanto, este trabajo se desarrolla a través de una revisión de literatura sobre las tendencias y problemáticas en la gestión de la interacción en el aprendizaje a distancia.  También, se presentará algunas perspectivas de interacción en la EaD.  Finalmente, el exponente planteará las conclusiones y recomendaciones sobre el proceso de interacción en el aprendizaje a distancia.
Interacción entre Estudiante-Docente
            El aula virtual proporciona oportunidades de aprendizaje diversas e interactivas para los estudiantes.  Contrario al proceso de enseñanza tradicional, en la EaD el docente no es un transmisor único de información.  Actualmente, ante la difusión de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), se hace asequible los recursos educativos en bienestar del proceso de enseñanza y aprendizaje entre el estudiante y el docente.  Por consiguiente, el rol del instructor en la EaD cobra notable relevancia en la interacción con el alumno.  De igual manera, es necesario que el estudiante identifique sus necesidades particulares para ajustar su proceso de aprendizaje.  De acuerdo a la investigación realizada por Berridi, Martínez y García (2015) la interacción alumno-docente se caracteriza por servir de dirección y orientación en el proceso de aprendizaje.
            Los programas a distancia promueven que el estudiante desarrolle una autonomía en el proceso de aprendizaje.  En ese sentido, el rol del docente debe ir dirigido a facilitar que el alumno aprenda y lleve a cabo un pensamiento crítico-reflexivo sobre el contenido que represente aspectos fundamentales para desenvolverse en su entorno social (Abarca, 2014).  Asimismo, es necesario conocer y entender los elementos que deben permear en la relación docente-alumno para garantizar un proceso educacional exitoso.  Sobre el particular, Holmberg en Abarca (2014) propone varios postulados que puntualizan la importancia de desarrollar la interacción docente-estudiante:  1) la relación entre estos dos componentes crea una motivación que se refleja en el aprendizaje; 2) el aprendizaje a distancia se puede beneficiar a través de la retroalimentación del instructor; 3) la relación interpersonal entre alumno-profesor crea una atmósfera efectiva para el aprendizaje; y 4) la importancia de entablar una planificación y organización eficaz para que el proceso de enseñanza sea efectivo.  Además, la interacción entre estos dos actores educativos evoluciona en la medida que el instructor presente características esenciales que propendan una mejor relación educativa.  De acuerdo con Abarca (2014), el docente en la EaD debe desarrollar unas cualidades necesarias tales como:  a) capacidad de respetar al alumno; b) aceptar el alumno; c) ser honrado y auténtico; y d) capacidad de ser empático con el estudiante.
            Por otra parte, Zambrano, Medina y García (2010) establecen que para sostener una interacción en la EaD es necesario que los docentes y alumnos presenten distintas competencias.  Desde la perspectiva de los autores, los docentes deben ostentar cinco cualidades que contribuyan a lograr una relación docente-alumno adecuada:  1) el conocimiento del modelo educativo para comprender la metodología que se utiliza en el proceso de enseñanza y así fomentar la confianza de los alumnos; 2) las habilidades técnicas que permitan manejar adecuadamente las diferentes herramientas tecnológicas para potencial el aprendizaje; 3) la habilidad de comunicarse en línea promoviendo un ambiente de cortesía, respeto y manejo adecuado de tiempo; 4) la experiencia con el currículo que le permita presentar el contenido adecuadamente; y 5) ser un facilitador del aprendizaje virtual a través de la capacidad de adaptarse a distintos escenarios educativos.
Interacción Estudiante-Estudiante
            La interacción de los alumnos es fundamental en los programas a distancia.  El trabajo colaborativo, la percepción que tiene el estudiante de esta estrategia y su actitud ante la utilización de herramientas tecnológicas son aspectos fundamentales en la relación entre alumnos (Cabero, Marín y Sevilla, 2014).  En esa dirección, Zambrano, Medina y García (2010) plantean que una buena interacción entre estudiantes puede darse a través de la creación de comunidades de conocimientos, la integración de equipos interdisciplinarios y la participación activa de proyectos colaborativos.  De igual manera, Gillobón y Contijoch (2005) exponen que una verdadera interacción de los alumnos debe darse a través de un trabajo educativo personal y de colaboración con otros estudiantes. 
            La relación entre estudiantes de programas a distancia es matizada por diferentes factores que inciden dramáticamente en el proceso de aprendizaje.  Es necesario comprender que los alumnos, en el aprendizaje en línea, forman grupos heterogéneos que sostienen diversos intereses, experiencias y motivaciones implicando la obtención de una comunicación capaz de garantizar un aprendizaje eficaz (Moreno y Cárdenas, 2012).  Cónsono con este postulado, Pérez (2009) ha planteado que la EaD fortalece el proceso de aprendizaje a través del establecimiento de relaciones entre los actores educacionales (alumnos y docentes).  Desde el punto de vista de la autora, en la EaD es indispensable afianzar y definir el proceso de interacción entre los alumnos durante el proceso educativo.
            Un estudio realizado por Hermosillo y Zavala (2016) refleja que la interacción entre estudiantes es limitada debido a la constante intervención del docente durante las actividades sincrónicas.  Asimismo, los autores plantean que, en las tareas asincrónicas realizadas para propósitos de su investigación, la interacción estudiante-estudiante es limitada aun cuando el trabajo es catalogado como colaborativo.  En esa dirección, Obis (2014) plantea la necesidad existente de innovar en el proceso de enseñanza con estrategias que profundicen el aprendizaje del alumno a través de la relación entre todos los actores educativos.  Su investigación revela que el trabajo colaborativo entre alumnos conduce a un aprendizaje efectivo.
Interacción Estudiante-Contenido
            La efectividad del aprendizaje en la EaD está estrechamente vinculada a la pertenencia del contenido que se quiere enseñar para el alumno.  En ese sentido, Oyeleke, Olugbenga, Oluwayemi y Sunday (2015) puntualizan que el diseño del contenido de un programa virtual debe estar dirigido a la necesidad que presenta el estudiante.  Además, establecen que las plataformas digitales denominadas “Learning Management System” (LMS), permiten llevar a cabo el proceso de enseñanza y aprendizaje de manera efectiva siempre y cuando sean de fácil utilidad y atractivas en su diseño.  Por consiguiente, la interacción del estudiante con el contenido es fundamental para garantizar un quehacer educativo exitoso en un programa a distancia.
            Desde la perspectiva de Nasta (s. f.), la interacción alumno-contenido se relaciona con el diseño instruccional, los objetivos del proceso de aprendizaje y los contenidos abiertos.  La autora plantea que la interacción debe dirigirse a varios aspectos determinantes para el proceso de enseñanza:  1) aprendizaje significativo que considere las experiencias previas del estudiante; 2) aprendizaje personal que atienda las necesidades del alumno; 3) aprendizaje contextual para cumplir con los objetivos del curso o programa a distancia; y 4) aprendizaje integral enfocado en las competencias cognitivas (actitudes, valores y conocimientos).  Por su parte, Zapata (2015) puntualiza que la interacción estudiante-contenido es “…la manera como el estudiante interactúa con los contenidos de aprendizaje para procesarlos y aplicarlos desde su experiencia y contexto, y establece un diálogo cognitivo entre sus experiencias y los nuevos aprendizajes”.  (p. 2)  En este aspecto, se hace necesario los elementos de motivación, pertenencia y desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo que propendan una relación vinculante del aprendiz con el contenido del curso o programa a distancia (Oyeleke et al., 2015).
            López, Bramati, Rosanigo, Bramati y Torrent (2014) establecen que la interacción alumno-contenido supone una disciplina por parte del aprendiz que le permita adaptar sus capacidades y destrezas de aprender de manera autónoma, colaborativa y cooperativa.  Por ende, es necesario un diseño instruccional atractivo para el alumno que contribuya a lograr una verdadera interacción con el contenido.  En la medida que el diseño instruccional de un programa a distancia propenda cubrir las necesidades del estudiante, la interacción de éste con el contenido será para enriquecer su conocimiento (Cooperberg, s. f.).  Además, el autor enfatiza en la relevancia que cobrará el diseño instruccional en cuanto a la interacción con el contenido aduciendo que el alumno lleve a cabo un proceso efectivo de aprendizaje con los elementos de comprensión, disciplina y transdiciplinario.
Conclusiones y Recomendaciones
            De la revisión de literatura realizada para este trabajo se puede concluir que los programas a distancia requieren de una interacción entre los distintos elementos y aspectos educativos para lograr un aprendizaje eficaz.  La interacción en un programa a distancia debe estar vinculada estrechamente a la concepción y práctica de comunicación asumida por la institución (Vela, Ahumada y Guerrero, 2015).  Los distintos procesos de interacción puntualizan las distintas vertientes existentes que ocurren en el proceso educativo a distancia.  Desde esta perspectiva, es indispensable enfatizar que la interacción docente-alumno permite sostener una relación de aprendizaje a través de un proceso efectivo de dirección y orientación hacia los objetivos del curso o programa.  A su vez, la relación estudiante-estudiante busca ampliar las bases para garantizar un proceso educacional colaborativo motivado por el intercambio de ideas entre pares de manera voluntaria y espontánea.  Finalmente, es necesario concluir que la interacción aprendiz-contenido se cataloga como el elemento fundamental del proceso educativo a distancia utilizando las TIC como herramientas para realizarlo efectivamente.  Desde el punto de vista de Vela, Ahumada y Guerrero (2015), los medios y las herramientas que se utilicen durante el proceso educacional a distancia deben contribuir a facilitar una interacción social que se dirija a un aprendizaje eficaz.
            El proceso de aprendizaje en la EaD depende, en gran medida, del sostenimiento de la relación entre alumnos, docentes y el contenido de los programas.  Como parte de este trabajo, el exponente plantea varias recomendaciones esenciales que buscan afianzar la interacción entre estos componentes.  En primer lugar, es necesario acoger los planteamientos de Oyeleke et. al.  (2015) sobre la importancia de desarrollar contenidos educacionales cónsonos con las necesidades del alumnado.  En la medida que el elemento motivacional esté presente durante el proceso de aprendizaje, el alumno sostendrá una interacción efectiva que contribuirá a su formación y desarrollo cognitivo.  Asimismo, el rol del docente en la EaD ha cambiado de ser un transmisor de información a convertirse en un facilitador del proceso de aprendizaje del alumno a través de la retroalimentación.  Es ineludible que el docente esté inmerso en un continuo proceso de formación que canalice su desarrollo profesional y educativo con nuevas estrategias de enseñanza.  Además, el proceso de aprendizaje continuo en el docente permite el desarrollo de sus capacidades como instructor en los programas a distancia, tales como:  empatía, honradez, permisible a nuevos conocimientos y dominio de las herramientas tecnológicas. 
Referencias
Abarca, Y.  (2014).  La interacción tutor-estudiante en ámbitos de educación a distancia. 
Revista de Lenguas Modernas, 20, 285-294.  Recuperado de https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/rlm/article/download/14984/14247
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contextos virtuales de aprendizaje.  Revista electrónica de investigación educativa, 17(1), 116-129.  Recuperado de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1607-40412015000100008&script=sci_arttext&tlng=en
Cabero, J., Marín, V.  & Sevilla, M.  (2014).  Posibilidades educativas de las redes
sociales y el trabajo en grupo.  Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, 42(21), 166-172.  Recuperado de http://www.redalyc.org/html/158/15830197018/
Cooperberg, A.  (s.f.).  Las herramientas que facilitan la comunicación y el proceso de
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