Por Heriberto Rodríguez Adorno
Introducción
El contexto social está inmerso en
contantes procesos de cambios que han influenciado dramáticamente la cotidianidad
del ser humano. De hecho, la educación
vanguardista requiere de nuevos enfoques, estrategias y métodos que contribuyan
a lograr un ser humano capaz de responder asertivamente a ese entorno
social. Cabe destacar que, en la función
social educativa radica la responsabilidad de atender con efectividad las
necesidades de un alumnado inmerso en un mundo dominado por la
globalización. Los intereses de los
alumnos, el ritmo de aprendizaje, los variados estilos, sus diferencias de
intereses y motivaciones son elementos que presentan la necesidad de repensar
el escenario educativo desde distintos aspectos, tanto organizativo como
curriculares (Rodríguez, 2004).
La
educación supone el desarrollo de una cultura receptiva a los cambios sociales
y con la voluntad y determinación para optimizar el proceso de enseñanza y
aprendizaje. Los escenarios educativos
necesitan el desarrollo de una actividad que sea congruente con el entorno
social para que se constituya una verdadera transmisión de conocimientos y
valores sociales (Unceta, 2008). En ese
mismo aspecto, los cambios generados por la tecnología han influenciado en el
ámbito educativo, generando nuevos enfoques y modelos educacionales. Por lo cual, la educación a distancia ha ido
desarrollándose aceleradamente en las últimas décadas supliendo una necesidad
educativa. Según Simonson, Smaldino, Albright
y Zvacek en Schlosser y Simonson (2006), la educación a distancia es un proceso
educativo formal que contiene varios aspectos, entre los que se destacan: el estudiante y el docente están separados
físicamente; la comunicación es interactiva; y los medios tecnológicos son
utilizados para conectar aprendices, investigadores e instructores. Sin embargo, el proceso instruccional que se
lleva a cabo a través de este enfoque educativo debe reunir distintos elementos
que puntualizan una educación de calidad.
En ese sentido, este trabajo contiene un análisis crítico sobre
distintos aspectos de la educación a distancia, sus implicaciones para la
sociedad contemporánea y los elementos necesarios para garantizar una educación
de calidad. El estudio abarcará aspectos
relevantes sobre el crecimiento de la educación a distancia y la formación del
docente; la elaboración de programas, desarrollo de contenidos y las
implicaciones en la educación a distancia.
Crecimiento de la Educación a
Distancia y la Formación del Docente
La
proliferación de programas de estudios a distancia en los últimos años refleja
el nivel de inmersión que han tenido las tecnologías de información y
comunicación en la educación. Sin
embargo, no es menos cierto que, aún la educación tradicional mantiene un
arraigo en el contexto social. En este
aspecto, Oyeleke, Olugbenga, Oluwayemi y Sunday (2015) exponen que actualmente se desconoce si el aprendizaje a
distancia sustituirá la educación tradicional.
De igual manera, los autores plantean la dificultad de establecer qué modelo
educativo (tradicional o a distancia) genera mejores resultados. Ciertamente, es importante replantearse cuán efectivo
pudiera ser cada enfoque, tradicional y a distancia, ante los constantes
cambios del contexto social. Sin dudas,
no se debe perder de perspectiva que el alumnado actual supone de nuevas
estrategias educativas que suplan su necesidad de aprendizaje. No obstante, esto no quiere decir que la
educación tradicional está imposibilitada de lograr una educación de
calidad. De igual manera, se hace
necesario establecer que la educación a distancia pretende utilizar los
adelantos tecnológicos para canalizar adecuadamente la necesidad de tiempo,
espacio y accesibilidad que pudiera presentar el alumnado actual.
Además, el artículo de Oyeleke et
al. (2015) presenta varios aspectos fundamentales sobre la educación a distancia. En primera instancia, establece cuán importante
son las funciones del docente en este modelo educativo destacando las destrezas
tecnológicas, pedagógicas y sociales. En
adición, los autores enfatizan que dichas capacidades del docente en la
educación a distancia se convierten en un elemento fundamental que permiten que
el alumno lleve a cabo una transición adecuada de la educación tradicional al
aprendizaje a distancia. Por ende, es
determinante un proceso continuo de formación del docente para potenciar y
maximizar un proceso educativo inclusivo y de calidad. Cónsono con este planteamiento, Torres (2014)
establece que “la capacitación de la facultad que enseña en línea es uno de los
aspectos más importantes de cualquier programa a distancia”. (p. 130)
El docente se convierte en un componente crítico para la calidad del
programa o curso a distancia y su impacto hacia la participación del estudiante
se refleja en un aprendizaje efectivo, el desempeño eficaz de los objetivos,
las calificaciones del curso y la satisfacción del propio alumno (Lorenzetti,
2013).
Ante los retos que enfrenta el
instructor en los programas a distancia, es importante resaltar cuán efectivo
debería ser su continua formación dirigida a lograr una calidad educativa. Sobre el particular, Oyeleke et al. (2015)
plantean que es fundamental comprender las teorías de aprendizaje pertinentes y
la capacidad de identificar los estilos de aprendizaje de los alumnos para
evitar colocar en riesgo la calidad del proceso enseñanza y aprendizaje. Por consiguiente, el alumnado de la educación
a distancia necesita de un facilitador (instructor) que brinde apertura a sus
conocimientos, habilidades, necesidades, expectativas, dificultades y la
disposición de tiempo (Ballester, 2013).
De igual manera, Jerónimo (2003) establece lo siguiente:
“Se considera que la
comprensión de los sucesos individuales y colectivos que participan en los
procesos de aprender y enseñar harán posible que el docente y el alumno se
constituyan en un sujeto pedagógico activo, que contribuya y participe en los
procesos de aprendizaje individual y colectivo”. (p. 11)
Elaboración de Programas de Educación
a Distancia
Por otra parte, Oyeleke et al. (2015)
enfatizan en la importancia de comprender varios aspectos esenciales para todo
programa educativo a distancia. Los
autores plantean que la ausencia de una verdadera comprensión de las teorías de
aprendizaje pertinentes, la incapacidad para identificar estilos de aprendizaje
en los alumnos y los pobres diseños instruccionales limita la calidad del
proceso de enseñanza y aprendizaje a distancia.
En esa dirección, puntualizan que el proceso de enseñanza es la
interacción entre alumno e instructor, mientras que el aprendizaje es el
resultado de esa interacción. En
consecuencia, se hace indispensable entender que la diferencia entre la
educación a distancia y el modelo tradicional no es simplemente la manera en
que los estudiantes adquieren conceptos, sino que la nueva concepción educativa
utiliza las tecnologías de información y comunicación para llevar a cabo un
aprendizaje colaborativo con sus pares y el facilitador (Sammons, 2003).
La elaboración de programas o cursos
a distancia requieren de distintos elementos importantes para sostener la
calidad educativa. Por tal motivo, Oyeleke
et al. (2015) exponen que el diseño del contenido de un curso a distancia debe
estar centrado en el alumno y las plataformas digitales deben ser de fácil
utilidad y atractivas en su diseño.
Cónsono con los autores, Vigo, Gómez y Ábrejo (2015) establecen lo
siguiente:
“El modo de uso de la
herramienta mediadora y sus potencialidades determinan la capacidad de la
plataforma, la cual deber ser diseñada desde la virtualidad, la accesibilidad y
la usabilidad, y de igual forma debe estar soportada en metodologías óptimas
para la enseñanza-aprendizaje enfocadas en el alumno como usuario activo y
partícipe de la construcción de contenidos”.
(p. 52)
En
esencia, las plataformas tecnológicas denominadas “Learning, Managment System” (LMS) son utilizadas para la enseñanza
virtual. En este aspecto, la comercialización
de esta herramienta permite que ostente varios nombres y las instituciones
educativas las utilizan de acuerdo a criterios económicos y la necesidad de su
alumnado. Para Oyeleke et al. (2015) el
diseño de las LMS debe apoyar la gestión del tiempo y la colaboración en el
aprendizaje entre alumnos.
Desarrollo de Contenidos en la
Educación a Distancia
Un dato significativo en la
educación a distancia es el desarrollo de contenidos. Cabe señalar que, la creación de contenidos
en la educación a distancia requiere de la consideración de distintos factores
esenciales para garantizar un proceso enseñanza y aprendizaje de calidad. De acuerdo a Gorduño (2008), los factores
recomendados deben girar en torno a:
1) establecer los resultados de
aprendizaje que se quiere lograr con los alumnos; 2) el contenido debe dirigirse al desarrollo de
estrategias que contribuyan al aprendizaje; 3)
identificar el conocimiento que sea vinculante al estudiante con su
entorno social; y 4) la inclusión de métodos de evaluación. Asimismo, Oyeleke et al. (2015) puntualizan
que la planificación, las destrezas de pensamiento crítico y el acceso junto a la
motivación son elementos fundamentales para la creación y desarrollo del
contenido en la educación a distancia. Indudablemente,
un curso en línea debe proveer elementos importantes que propendan un aprendizaje
efectivo. Es importante la implantación de
una excelente planificación que contenga los objetivos, los métodos de
evaluación, los materiales que serán utilizados y se determine el método de interacción
entre docente y estudiante. A su vez, el
desarrollo de contenido debe proveer el ambiente necesario que promueva el
pensamiento crítico y contribuya a lograr una constante apertura para el
aprendizaje.
La
educación a distancia está respaldada por variados métodos de enseñanza. Oyeleke et al. (2015) consideran importantes
los siguientes métodos: instrucción
sincrónica; instrucción asincrónica; salón virtual; mensajería indirecta;
materiales en línea; y reuniones presenciales a través de las plataformas. Sin dudas, a través de estos métodos de
enseñanza el programa o curso a distancia puede llevarse a cabo exitosamente
siempre y cuando provean el ambiente para un verdadero aprendizaje. Para Santoveña (2015), el escenario virtual
es “…un entorno educativo flexible, intuitivo y amigable, donde los alumnos
aprendan, compartan experiencias y conocimientos con el resto de la comunidad
virtual a través de las distintas herramientas de comunicación, contenidos,
evaluación y estudio que debe ofrecer”.
(p. 15) La instrucción sincrónica
se define como la transmisión de la información con presencia del docente y el
alumno a través de distintos medios:
chats, videoconferencias, reuniones virtuales, entre otros. Por su parte, en la instrucción asincrónica
el docente y el alumno no coinciden y su interacción se basa en foros, correos
electrónicos, videos previamente colocados en la plataforma y mensajería por
texto.
Implicaciones de los Programas de
Educación a Distancia
Los programas de educación a
distancia tienen distintas implicaciones tecnológicas y sociales que deben ser
atendidas responsablemente. En primer
lugar, la habilidad del docente en el uso y manejo de la tecnología es
fundamental para lograr las metas educacionales propuestas. De igual manera, las instituciones que
desarrollen programas de educación virtual requieren de una planificación financiera
que les permita llevar a cabo el desarrollo de esa nueva concepción
educativa. Asimismo, se necesitan
objetivos institucionales que guíen el proceso de implantación, desarrollo y
sostenibilidad del programa a distancia.
En ese sentido, Oyeleke et al. (2015) plantean que es indispensable un
entrenamiento inicial en el uso de la tecnología dirigido al docente y a los
alumnos como herramienta de aprendizaje en línea y una enseñanza efectiva. Los autores, a su vez, puntualizan que se
necesita un proceso de financiación para la adquisición de tecnología, personal
de apoyo y mano de obra en el establecimiento de programas a distancia. En términos de las implicaciones sociales, el
artículo sostiene que el entorno del aprendizaje virtual se caracteriza por la
diversidad entre los estudiantes que participan y requiere que los instructores
posean la capacidad de comprender este elemento para garantizar una excelente
interacción social.
Conclusión
Evidentemente, la educación a
distancia se ha proliferado aceleradamente.
El fenómeno de la globalización ha contribuido a una marcada influencia
de las tecnologías de información y comunicación en el ámbito educativo. Además, la realidad en la cotidianidad del
ser humano manifiesta la necesidad de estructurar nuevos enfoques
educativos. Por ende, se hace imperante
la creación de ambientes de aprendizaje virtuales que respondan a las
necesidades del alumnado actual. Sin
embargo, es necesario resaltar que los programas a distancia deben estar
fundamentados en modelos educacionales cónsonos con los objetivos proyectados
por el escenario educativo.
Además,
se requiere conocer de antemano las implicaciones tecnológicas y sociales que
trae un programa a distancia en el entorno educativo. Cabe destacar que, los ambientes virtuales a
distancia permiten un mayor acceso educativo a través de la integración de las
nuevas tecnologías de información y comunicación. A su vez, facilita el proceso de aprendizaje
con alternativas innovadoras y pertinentes al alumnado actual; y la formación
educativa se incrementa a través de un continuo desarrollo profesional a tono
con la tendencia tecnológica.
Finalmente, la educación a distancia
apuesta a que el docente contribuya efectivamente a lograr un ambiente
educativo inclusivo y participativo junto al estudiante. Por lo cual, es importante que el instructor
virtual sostenga un constante desarrollo profesional que le permita construir
un verdadero ambiente de aprendizaje en el que se fomente el pensamiento
crítico. De igual manera, el contenido
del programa a distancia debe estar centrado en el alumno. Para lograrlo eficazmente, se necesita una
planificación efectiva que reconozca las metas educativas e integre elementos
esenciales que garanticen un proceso de enseñanza y aprendizaje de calidad. Los escenarios educativos actuales apuestan a
la educación virtual como alternativa efectiva de contrarrestar las situaciones
como la distancia, tiempo, accesibilidad, entre otros, que presentan los
estudiantes actuales. Por lo tanto, es
incorrecto plantear que el propósito de la educación a distancia es sustituir a
la educación tradicional. En efecto, no
se trata de una competencia entre dos concepciones educativas, por el contrario,
cada enfoque pretende atender unas necesidades particulares del alumnado y
ambos tienen como elemento de dirección construir verdaderas comunidades de
aprendizaje y desarrollar un ser humano capaz de responder asertivamente a su
entorno social.
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