jueves, 18 de febrero de 2016

Las TIC y la importancia de la protección intelectual en el escenario educativo

Por:  Heriberto Rodríguez Adorno

La tecnología ha influenciado consistentemente en la educación en los últimos años.  Por ende, es necesario reflexionar sobre su contribución en el quehacer educativo, las consecuencias por el uso inadecuado y la aceptación por los componentes escolares como herramienta de vanguardia.  De acuerdo a Edel (2010):
“La comprensión de la virtualización en el proceso educativo y la apropiación y transformación de la virtualidad educativa, demanda profundizar en la naturaleza de los entornos diferenciados y/o emergentes de aprendizaje, dimensionar la contribución de “lo virtual” para la innovación educativa y valorar su impacto en los procesos educativos”.  (p. 9)
La integración de las tecnologías de información y comunicación (TIC) en el escenario educativo supone un compromiso inquebrantable para lograr una educación de calidad.  En ese sentido, Benítez (2012) expone que “los procesos educativos se ven influenciados por una variedad de retos emergentes para el liderazgo por razón de las transformaciones sociales que inciden en las prácticas educativas y en la ejecución de los estudiantes”.  (p. 19)  En consecuencia, se requiere la inmersión de todos los componentes educativos para lograr sistemas de educación exitosos.  En ese contexto, Borges y Vizono (2014) plantean que la “sociedad del conocimiento requiere nuevos modelos para adecuar la formación a las necesidades de la sociedad que gracias a las TIC presentan un panorama distinto a la manera de actuar, de relacionarse y de aprender que conocíamos hasta ahora…”.  (p. 422)
            En la actualidad, una tecnología emergente en los entornos educativos es el Internet.    Esta herramienta ha permitido un acercamiento de la información para beneficio del aprendizaje.  Pérez y Florido (2003) concluyen que el “Internet es una poderosa herramienta para ayudar a la difusión del conocimiento y la educación, de hecho, es una de las mayores fuentes de información disponible.” (p. 2)  Por consiguiente, es indispensable hacer uso correcto de esta herramienta como recurso educativo para apoyo en el proceso de enseñanza y aprendizaje.  Desde esta perspectiva, el Internet contribuye a transmitir el conocimiento y a potenciar la educación con nuevas modalidades de enseñanza.  Sin embargo, el uso indebido del Internet representa consecuencias nefastas para cualquier entorno educativo.  Por lo tanto, es importante asumir responsabilidad respecto a la protección intelectual a través del uso del Internet y salvaguardar los estándares éticos y morales.
            La protección intelectual garantiza el derecho a una persona a disponer, como mejor entienda, de su creación mental publicada a través de investigaciones, escritos u otros.  Gamba y Escobar (2013) plantean que “el titular de ese derecho de uso puede disponer de su obra protegida por la propiedad intelectual y tiene la facultad de prohibir o modular las formas en las que otras personas dispongan de su obra.” (p. 6)  Por consiguiente, en el ejercicio de la función educativa, todos los componentes deben garantizar el derecho de proteger intelectualmente a quienes brindan sus conocimientos, investigaciones y opiniones sobre un tema en particular.  El proceso educativo en un centro docente debe procurar la utilización de fuentes de información de manera responsable y asertiva que conduzcan a un verdadero aprendizaje.
            El estudio de una situación pedagógica en un plantel escolar presenta al director impulsando la utilización del Internet como fuente de información en la sala de clases.  Los maestros acogen el proceso innovador que se quiere llevar a cabo en el centro escolar.  Sin embargo, en el proceso de investigación en acción para constatar el funcionamiento del proceso, el director escolar se percata que los maestros están violando los derechos de leyes sobre protección intelectual.  Esto se debe al mal manejo de la búsqueda de información en Internet.  Ciertamente, esta situación suscitada en un plantel escolar tiene varios puntos preponderantes.  En primer lugar, la violación a la ley de protección intelectual representa la controversia más neurálgica de este caso.  En Puerto Rico la Ley 55 del año 2012 conocida “Ley de Derechos Morales de Autor de Puerto Rico” define el derecho de autor como:
“el conjunto de derechos que la ley reconoce al autor sobre obras que ha producido con su inteligencia, en especial los que de su paternidad le sea reconocida y respetada, así como que se le permita difundir la obra, autorizando o negando en su caso, la reproducción”.
            Otro punto preponderante es la responsabilidad del líder educativo en la protección intelectual en su plantel escolar.  En ese sentido, en un escenario educativo debe existir la garantía de una educación enmarcada en los más altos estándares éticos y morales.  Desde esta perspectiva, el líder educativo debe promover los valores de integridad, respeto y civismo a través de una supervisión efectiva de todo el quehacer educativo.  Sin dudas, la comunidad escolar debe ser dirigida por un líder que ostente un estilo de liderazgo eficaz para lograr las metas establecidas a través de los distintos proyectos implantados en la institución.  En este contexto, Carda y Larrosa (2012) concluyen que:
“La persona llamada a asumir la dirección debe ser vista por la comunidad educativa con las cualidades precisas para satisfacer sus necesidades y conseguir sus aspiraciones.  Las cualidades se refieren a las actitudes adoptadas ante las situaciones conflictivas que se presentan, a la formación específica y a la capacidad de liderazgo para poder cumplir con las funciones directivas.  Habilidades y conocimientos profesionales que le capaciten para coordinar, gestionar, informar, controlar y asesorar a padres, profesores y alumnos”.  (p. 241)
De igual manera, otro planteamiento que se desprende de la situación pedagógica es la carencia de desarrollo profesional del docente.  Existe una necesidad apremiante de maximizar el desarrollo profesional del docente con las estrategias, recursos y metodologías esenciales para la efectividad del aprendizaje.
            La situación conflictiva presentada se traduce a la violación de leyes que garantizan el derecho de un autor y cómo el líder educativo enfrenta dicho dilema para resolverlo responsablemente.  Evidentemente, los docentes con su acción incorrecta pueden crear un clima educativo perjudicial para el alumnado y asumir riesgos que atentan contra una educación de calidad.  De esta forma, es importante determinar la preparación de los docentes para enfrentar la influencia tecnológica a través del uso correcto del Internet.  Por lo tanto, el director tiene la responsabilidad dentro de sus funciones docentes y administrativas de establecer una planificación estratégica que comprenda la utilización del Internet en la sala de clase como herramienta educativa.  En ese contexto, Tello y Aguaded (2009) plantean que:
“Con la integración de las tecnologías de la información y la comunicación en los centros educativos, además de las nuevas funciones socializadoras que se le están requiriendo al profesorado, es preciso vehicular estrategias que permitan adecuar la labor docente a los retos sociales en la actualidad. En esta línea de adecuación, entendemos por desarrollo profesional docente toda actividad en la que el profesorado se implica para alcanzar mayores cotas de buenas prácticas docentes; desde este punto de vista la formación permanente juega un papel crucial”.  (p. 31)
            En la solución de la situación planteada, el director escolar tiene la obligación de conocer las leyes, reglamentos y normas que rigen el quehacer educativo.  Para este caso es indispensable comprender e implantar los estatutos de la ley Ley 55 del año 2012 conocida “Ley de Derechos Morales de Autor de Puerto Rico para garantizar la protección intelectual.  En adición, el cumplimiento legal de la Ley 55 de 2012 fomenta un clima educativo enmarcado en los más altos estándares éticos y morales.  Cabe señalar, que los docentes deben contribuir a desarrollar seres humanos íntegros, justos y civilizados.  En ese contexto, el proceso de utilización del Internet como fuente de información debe ser fundamentado en el respeto al intelecto de quienes han dispuesto su trabajo para fines investigativos, educativos o de cualquier otra índole. 
            Para el líder educativo es fundamental promover la protección de la propiedad intelectual en su escenario educativo.  Por ende, debe ostentar las destrezas para orientar y guiar a todo su equipo de trabajo y evitar violación a los derechos y leyes que cobijan la propiedad intelectual.  Sin dudas, mantener un centro educativo orientado en esa dirección evita un manejo inadecuado de la utilización del Internet como una fuente valiosa de información.  Además, garantiza un proceso de enseñanza adecuado y genuino.  Para López, Álvarez y Hué (2010) “los líderes contribuyen indirectamente al aprendizaje de los alumnos, a través de su influencia sobre otras personas (sobre todo, profesores y familias) y a través de la creación de un clima de trabajo ordenado”.  (p. 59)
            La garantía de una buena utilización y un adecuado manejo de la tecnología suponen de estrategias que todo líder educativo debe implantar.  En primer lugar, permitir el continuo desarrollo profesional de los docentes a través de dos talleres durante el año escolar sobre el buen manejo del Internet.  En ese contexto, Tello y Aguaded (2009) concluyen que “los programas de formación del profesorado deben estar en consonancia directa con la labor que los docentes tienen que desarrollar de manera que tengan repercusión positiva en la mejora de la calidad de la enseñanza”.  (p. 32)  Por su parte, otra estrategia es el establecimiento de planes de trabajo dirigidos a la implantación de proyectos tecnológicos atemperados a la realidad del escenario educativo.  Dicha planificación debe estar basada en los elementos importantes de la institución:  infraestructura, dominio de los docentes en el área tecnológica, aprovechamiento académico del alumnado y la receptividad a los acelerados cambios sociales.  Para Palomino (2008) “una organización necesita  utilizar las herramientas de un plan estratégico para poder adecuarse al nuevo marco de una sociedad globalizada, de mercados dinámicos, de rápidos cambios tecnológicos y del surgimiento de nuevas expresiones identitarias, dentro de la cual se encuentra inmersa”.  (p. 13)
            El proceso efectivo de supervisión comienza en primera instancia por difundir las estrategias para evitar violar los derechos de autor y conservar la protección intelectual.  Es indispensable que el líder educativo conozca a cabalidad las ejecutorias de sus docentes y los procesos educativos que se llevan cabo en su institución.  En ese sentido, las visitas a la sala de clases, las entrevistas a los estudiantes tanto formales como informales, la interacción con el maestro y el contacto con los padres son sólo algunas de las herramientas que posee un director escolar para establecer un proceso de supervisión adecuado y corroborar la efectividad del plan estratégico.  Asimismo, otra estrategia que el líder educativo puede utilizar para una responsable protección intelectual es la amplia y abierta discusión con los docentes sobre las leyes que protegen el autor.  Evidentemente, antes de llevar a cabo una planificación sobre tecnología e Internet el docente debe conocer los alcances legales sobre la protección intelectual y así garantizar su fiel cumplimiento.  De igual manera, es necesario que se establezca un comité compuesto por el director, trabajador social y el bibliotecario escolar para realizar evaluaciones periódicas sobre los programas tecnológicos implantados en el plantel.
            Ciertamente, el líder educativo debe incrementar las destrezas de uso y manejo del Internet.  Los constantes cambios en los contextos sociales inciden en los escenarios educativos.  Por ende, el líder debe ser vanguardista y atemperar su institución a las necesidades de su alumnado.  Sin dudas, esto requiere una constante inmersión en el ámbito tecnológico a través de un profundo y constante desarrollo profesional.  Para Benítez (2012) “los escenarios educativos se transforman por la tecnología, que será el instrumento mediador para nuevas experiencias de formación como el uso de la Internet y de redes”.  (p. 22)  Asimismo, debe estudiar los proyectos tecnológicos implantados en otras instituciones y que han sido exitosos para conocer el proceso de planificación, implantación y evaluación.  De igual manera, el líder debe procurar conocer cuáles son las debilidades de su centro educativo para subsanarlas e implantar estrategias innovadoras que puedan llevarse a cabo exitosamente.  Finalmente, la protección intelectual es un derecho garantizado por leyes y normas que toda institución educativa debe respetar, comprender e implantar.  Todo proyecto tecnológico a través del Internet debe contener una garantía de cumplimiento con los derechos de autor y proteger la intelectualidad que una persona haya compartido con fines educativos, investigativos o de cualquier otra índole.
Referencias
Benítez, A.  (2012).  Integración de disciplinas técnicas para el desarrollo de
competencias interdisciplinaras:  Implicaciones para el liderazgo educativo.  (Disertación doctoral publicada).  Recuperado de ProQuest Dissertations and Theses (3509724)
Borges, A. & Vizoso, C.  (2014).  El origen de la tecnología en la educación:  pioneros. 
Historia y comunicación social.  19.  409-424.  Recuperado de http://search.proquest.com.nuc.idm.oclc.org/docview/1657587088/fulltextPDF?accountid=144835
Carda, R. & Larrosa, F.  (2012).  La organización del centro educativo:  manual para
maestros.  ECU.  Recuperado de http://site.ebrary.com/lib/elibronucocrevsp/reader.action?docID=10637819
Edel, R.  (2010).  Entornos virtuales de aprendizaje:  la contribución de “lo virtual” en la
educación.  Revista Mexicana de investigación educativa.  15(44).  7-15.  Recuperado de http://search.proquest.com.nuc.idm.oclc.org/docview/748341939/fulltextPDF?accountid=144835
Gamba, R. & Escobar, C.  (2013).  Protección legal del software en las tecnologías de la
información por medio de la propiedad intelectual.  Recuperado de https://derechoytics.uniandes.edu.co/components/com_revista/archivos/derechoytics/ytics125.pdf
Ley de Derechos Morales de Autor de Puerto Rico, 55 (2012).
López, J., Álvarez, M. & Hué, C.  (2010).  El liderazgo educativo.  Los equipos
directivos en centros de primaria, elementos básicos del éxito escolar.  España:  Misterio de educación de España.  Recuperado de http://site.ebrary.com/lib/elibronucocrevsp/reader.action?docID=10577132
Palomino, M.  (2008).  Estrategia de trabajo colaborativo para el diseño y la
elaboración del plan estratégico educativo de la congregación dominicas de Santa María Magdalena de Speyer. Recuperado de
PALOMINO_AGUILAR_MARCELINA_AMPARO_ESTRATEGIA_TRABAJO.pdf
Pérez, A. & Florido, R.  (2003).  Internet:  un recurso educativo.  Recuperado de
            http://www.ugr.es/~sevimeco/revistaeticanet/Numero2/Articulos/Intrecedu.pdf
Tello, J. & Aguaded, J.  (2009).  Desarrollo profesional docente ante los nuevos retos de
las tecnologías de la información y la comunicación en los centros educativos.  Revista de medios y educación.  34.  31-47.  Recuperado de http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2873704


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