domingo, 14 de diciembre de 2014

Conceptos, teorías, principios y modelos organizacionales

Por Heriberto Rodríguez Adorno



En un mundo marcado por constantes retos, cambios y paradigmas diferentes es necesario reflexionar sobre la labor del líder en el entorno educativo.  Esta nueva visión del líder es clave para obtener resultados significativos en la organización.  Por lo tanto, resulta necesario conocer cómo la conducta organizacional posee un desempeño protagónico en el logro de metas y objetivos deseados.  En adición, es esencial explorar las características que representan esa capacidad gestora del líder actual. 
Por consiguiente, el líder educativo enfrenta la complejidad de tareas y mayores responsabilidades e influye en la estructura de dirección u organización de la institución educativa.  La esencia está en el desarrollo de comunidades de aprendizaje que favorezcan la democracia, la equidad, la diversidad y la justicia social.  Por tal razón,  es preciso auscultar el impacto de las teorías, modelos de cambio y conducta organizacional sobre las labores que realiza el líder educativo.
Ledwith (2007), en su artículo “On being critical:  uniting theory and practice through emancipatory action research” establece la importancia de problematizar “ser crítico”.  Indica que “no es un estado intelectual de la mente; que se encuentra en la praxis” (Ledwith, 2007, pp. 598).  La autora describe la teoría de investigación de acción emancipadora como una comprometida con la práctica de la justicia social con la intención de provocar un cambio social.  Indica además que, el respeto y la dignidad forman parte en el proceso de cambio donde participan y colaboran todos los componentes educativos.  Se utiliza el diálogo con las personas para que ellos mismos se hagan parte del mismo.  La desigualdad se identifica y se atiende.  En ese cambio de paradigma se pueden destacar tres aspectos: holístico y participativo; subjetividad crítica; y conocimiento en acción. 
Por otra parte, para Elliot (2005),  establece que ser crítico no nace de sí mismo, sino que se crean las condiciones para la acción crítica.  Éste falló en demostrar la unidad de la teoría y la práctica.  Esto significa que la teoría de investigación de acción emancipadora comienza con un problema identificado y debe ser práctico, no teórico.  Este principio establece que son los líderes quienes actúan y no las instituciones.  Contrario a Paulo Freire que fue criticado por no haber demostrado el cambio social como consecuencia de la pedagogía crítica.
Según el artículo, ser crítico, envuelve ser autocrítico en relación a nuestro propio poder.  Sin embargo, puede ser falso y empático a la diversidad alrededor de cada persona.  Doyal & Gough (1991), sugieren que la autonomía de agencia es una necesidad básica humana que junta la autonomía crítica.  Los autores enfatizaron en los siguientes retos: desarrollar habilidades para ser crítico y autocrítico; identificar espacios públicos críticos para que la autocrítica termine en acción colectiva a través de alianzas; construir una unidad de praxis en la cual se genera la teoría en la práctica y la práctica se transforma por la teoría.  Por último,  los autores recomendaron construir un plan estratégico de acción a través de redes locales o globales para tener una fuerza colectiva.  Además, el artículo establece como riesgo de ser crítico el tener que renunciar al privilegio de nuestro poder interno y enfrentar los cambios para ponerlos en práctica.  Así también, el decir “verdades” que pueden ser contrarias a la de otros.  Por otra parte, expresa los beneficios tales como ser transformador como recompensa de deseo y voluntad de ser crítico y brinda seguridad de que cada acción está enmarcada en los valores de justicia, paz e igualdad.
El líder educativo tiene una gran responsabilidad en el proceso de planificación, organización, supervisión y toma de decisiones.  El artículo presenta el desafío que enfrenta tanto el líder como las organizaciones por el juicio creado como seres humanos ante ser un buen crítico.  De superarlo, le brinda una oportunidad de trabajar en equipo y tomar las decisiones correctas en el bienestar de su institución.  El resultado de esa acción conduce al logro de las metas establecidas por todos.  Si el juicio de cada uno domina en la organización y no se da paso a una crítica profunda, la misma caminará hacia el fracaso.  Owens (2010), expresa que existen dos fuentes generalizadas de conflicto en las instituciones educativas.  La primera es que las personas ven y entienden de forma diferente lo que estas son y se diversa el manejo de su dirección.   La segunda fuente se basa en un desacuerdo generalizado entre la gente de nuestra sociedad sobre la naturaleza de la educación y de lo que deberían ser sus objetivos.  A éstos dos conflictos se enfrenta el líder educativo ante una organización enmarcada por el juicio de cada uno de los miembros, incluyéndose así mismo.
Ante ese panorama se debe reconocer los distintos enfoques y teorías del desarrollo del pensamiento organizacional y administrativo.  Estudiar dichas teorías y enfoque surge a principios del siglo XX.  De este estudio se desprenden tres enfoques: clásico de la administración,  humanístico y estructuralista de la administración.  El enfoque clásico de la administración tiene como propulsores a Frederick Taylor y Henry Fayol.  En el caso de Taylor estableció en el 1911 varios principios básicos guiados a la organización del trabajo, selección de adiestramiento y el establecimiento de métodos científicos para la cooperación y remuneración por rendimiento individual.  También, como parte de este enfoque de la administración, surge en 1916 la teoría clásica.  Henry Fayol fue el propulsor de la misma y establece cinco funciones administrativas básicas: planificar, organizar, dirigir, coordinar y controlar.
Cabe señalar que el enfoque humanístico surge con las teorías de las relaciones humanas en Estados Unidos para la década de los 30.  La misma atiende las personas que trabajan o forman parte de las organizaciones y orienta en dos aspectos: análisis del trabajo y la adaptación del obrero al trabajo; y la adaptación del trabajo al obrero.  Para la propulsora de este enfoque, Mary Parker Follett, la administración es un proceso social donde la toma de decisiones deben estar involucrados los trabajadores.  Parker describe la administración como “el arte de hacer las cosas mediante las personas”.
Por otra parte, el enfoque estructuralista surgió en 1950.  Su énfasis es en la estructura, las personas y el ambiente.  Las organizaciones convierten los problemas en oportunidades y ventajas.  Los conceptos que nos trae este enfoque es la especialización de tareas; división de tareas; jerarquía de mando; autoridad y responsabilidad en toma de decisiones; centralizar y descentralizar la organización.  Dentro del enfoque estructuralista está la teoría de la burocracia y su principal exponente es Max Weber que distinguió tres formas de sociedad y autoridad y las clasificó en: legal, tradicional y carismática.   También, dentro de este enfoque está la teoría del comportamiento que surgió en 1940.  Se fundamenta en la conducta individual de las personas  y descarta las posiciones normativas y prescriptivas de las teorías anteriores.  Adopta posiciones explicativas y descriptivas.
La conducta organizacional en un ambiente educativo se deja sentir en el proceso enseñanza aprendizaje.  Un líder educativo capaz de ser crítico desde la perspectiva organizacional es herramienta indispensable para su organización.  Pero, si la organización no posee el enfoque adecuado para ese ambiente en el que se encuentra, ese proceso enseñanza aprendizaje será un fracaso.  Por otro lado, si el líder educativo trae su propio juicio y la toma de decisiones es unilateral, a pesar de que el enfoque de la conducta organizacional sea correcto, tampoco se logrará los objetivos.  Sin embargo, si la organización tiene el enfoque según su ambiente y posee un líder enfocado, justo y con una perspectiva amplia hacia donde se dirige su institución, el proceso enseñanza-aprendizaje será exitoso.
Ser crítico desde el punto de vista de Ledwith (2007) es garantizar un líder educativo justo, que cree en la igualdad y la paz.  Además, podrá aspirar a tener un enfoque ideal para tener una conducta organizacional exitosa.  Podrá atender los constantes cambios en el medio ambiente tomando decisiones desde la perspectiva de la institución y conociendo sus implicaciones.  Es la responsabilidad de ese líder involucrar a todos los componentes de la organización en el establecimiento de los objetivos y metas, así también en el logro de los mismos.
Ciertamente, Ledwith (2007) tiene un punto de vista correcto en la perspectiva del significado del líder educativo.  La cualidad de ser un crítico lo coloca en posición de ser justo e imparcial al momento de la toma de decisiones.  Además, podrá ubicar a la institución en un enfoque ideal y correcto ante los constantes cambios en su medio ambiente para así lograr los objetivos planificados.  Se enfrentará en muchas ocasiones a lo que serán las “verdades” de otros en la organización, pero si la justicia y la paz dominan su pensamiento y acción podrá lidiar con ese aspecto de riesgo.  No se puede describir como una tarea fácil, pero debe estar dispuesto a trabajar en ese sentido porque para eso ha alcanzado el sitial de líder.
En adición, las teorías, modelos de cambio y conducta organizacional presentados son cónsonos con los enfoques de un verdadero líder y la ejecución del liderazgo en diversos entornos.  En ese sentido, favorece el desarrollo de la personalidad ya que cada perspectiva converge en la influencia que ejerce un líder sobre su organización.




Referencias
  • Ledwith, M. (2007).  On being critical: uniting theory and practice though emancipatory
action research.  Educational Action Research.  Recuperado de la base de datos EBSCO en:  https://nuc.idm.ocic.org/login?url=https://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=a9h&AN=27342529site=ehost-live
  • Owens, R. &Valesky, T. (2010).  Organizational Behavior in Education:  Leadership and School Reform. (10ed.).  Prentice Hall.

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