lunes, 15 de diciembre de 2014

La importancia de las comunidades de aprendizaje

Por  Heriberto Rodríguez Adorno


El crecimiento y aprendizaje es un tema que ha estado presente en la agenda de las organizaciones.  Se dice que las organizaciones inteligentes son las que aprenden de su entorno interno, externo y del conocimiento como parte del capital organizacional.  Las instituciones y organizaciones han adoptado ciertos conceptos por cuatro principales causas:  la competencia entre organizaciones; entendimiento que el conocimiento se puede extraer de la práctica y de otras organizaciones e individuos; evitar cometer los mismos errores; esfuerzo por fortalecerse a sí mismos en el menor tiempo posible y menor costo; y mayor acceso a facilidades tecnológicas.  Senge (2000) plantea que una organización que aprende es aquella donde las personas continuamente están descubriendo cómo pueden crear su realidad y a la vez cómo pueden cambiarla.
Ramón Tirado Morueta y Juan Martínez Garrido en el artículo “Creando comunidades virtuales de aprendizaje: análisis del progreso de las interacciones”, plantearon un problema de investigación basado en la carencia de interacción y cooperación en las comunidades de aprendizaje.  Para este estudio de investigación, los autores utilizaron y analizaron el proyecto teleformativo DROG@, en el que estudiantes de España y Portugal se organizan en pequeños grupos de aprendizaje para formarse como mediadores en la prevención del consumo de drogas.  En la revisión de literatura identificaron rasgos que ayudan a definir las comunidades de aprendizaje: sentimiento de comunidad; expectativas comunes de aprendizaje; condiciones de apoyo y confianza; cooperación e interacción; participación respetuosa; discurso progresivo a través de la construcción de conocimiento; y apropiación mutua.  Asimismo, el estudio incluyó como objetivos:  analizar el progreso de las interacciones producidas en los grupos de aprendizaje constituidos para identificar los que han llegado a constituirse como comunidades de aprendizaje; identificar diferentes modelos de progreso de las interacciones a lo largo del progreso en constituirse en comunidades de aprendizaje; encontrar indicios asociados al sentimiento de comunidad de aprendizaje; analizar y caracterizar el factor ¨presencia social¨ en la creación de las comunidades de aprendizaje; y aportar un modelo de observación directa para el análisis de los procesos de creación de comunidades de aprendizaje a través de la red de Internet. 
Desde la perspectiva metodológica, la investigación es de naturaleza cualitativa y finalidad exploratoria y descriptiva.  La muestra es una selección de grupos creados en el proyecto DROG@ y como único instrumento se realizó el análisis de contenido de la participación registrado en los foros creados para cada grupo en la plataforma.  El análisis y discusión de los resultados del estudio, los autores, lo dividieron en cinco modelos: crecimiento agudo final, crecimiento discreto y progresivo; estable con compensación afectiva; desarrollo irregular con predominio afectivo; y decrecimiento progresivo. 
Por su parte, Campos (2013) en el video “Introducción a las comunidades de aprendizaje”, expresó que el docente pasa a formar parte de la comunidad de aprendizaje.  Indicó que el mismo aprende y colabora con los estudiantes y pasa de ser autor de conocimiento que publica y aporta a la comunidad colectiva.  También, expresó que las comunidades de aprendizaje permiten y alientan el manejo de información, la comunicación, la creatividad y la colaboración entre sus miembros.  Asimismo, fomenta la responsabilidad de que todos aporten al aprendizaje colectivo y propicia el respeto a las deficiencias.
También, se desprende de los materiales didácticos que una comunidad de aprendizaje es un grupo de personas que se encuentran en un mismo entorno, ya sea virtual o presencial, y que tiene un interés común de aprendizaje.  Esto se basa en la confianza y el reconocimiento de la diversidad y la disposición para compartir experiencias y conocimientos.  En las comunidades de aprendizaje el énfasis está concentrado en el proceso de aprendizaje del alumno mediante la colaboración entre sus miembros.  En ese sentido, el docente desempeña un rol facilitador de la construcción del conocimiento del alumno.  Ciertamente, el exponente indica que, una comunidad de aprendizaje es una comunidad hermana organizada que construye y se involucra en un proyecto educativo y cultural propio para educarse a sí misma.
Por otra parte, crear una comunidad de aprendizaje requiere de un líder educativo capaz.   La institución debe contar con un apoyo y un liderazgo compartido entre sus componentes.  Es necesario partir de un propósito o misión compartida y posee una clara y firme visión educativa compartida.  En ese aspecto, el líder debe propiciar un ambiente donde los docentes puedan aprender juntos y crecer de forma continua.  Leitwood (2004) plantea las prácticas básicas de liderazgo:  fijar una visión; generar significados compartidos; crear altas expectativas de desempeño; monitorear el desempeño de la organización; comunicar; y construir relaciones.  Ciertamente, el rol del líder educativo es asegurar que la institución sea un ambiente de aprendizaje continuo, tanto para el personal como para los alumnos. 
Igualmente, el rol del educador se encamina hacia el liderazgo activo.  Su función, en una comunidad de aprendizaje, ya no es la de transmitir conocimientos y tampoco ser el jefe o grupo.  El educador debe ser un líder que propicie la actividad de los individuos y grupos que impacta.  Debe provocar la participación de sus educandos.  Por consiguiente, debe actuar primero como persona y después como el experto en materia que enseña.  Además, el educador debe promover en el alumno el crecimiento personal y enfatizar en la facilitación del aprendizaje antes que la transmisión de información.  En síntesis, el verdadero experto será el que guía, el que mantiene buena interacción más que un experto en contenido.
“Comunidades de Aprendizaje” es un proyecto de transformación de centros educativos dirigido a la superación del fracaso escolar y la eliminación de conflictos.  El planteamiento pedagógico de una comunidad de aprendizaje es la posibilidad de favorecer el cambio social y disminuir las desigualdades. El aprendizaje se entiende como dialógico y transformador de la escuela y su entorno.  Senge (2000) plantea que una organización que aprende es aquella donde las personas continuamente están descubriendo cómo pueden crear su realidad y a la vez cómo pueden cambiarla.  El entorno de trabajo es uno de los factores que determinan los procesos organizativos, administrativos, innovación y cambio en una institución educativa.  Las organizaciones han evolucionado pasando por varias transformaciones: burocrática (1900); basada en desempeño (1950); e inteligente (2000). 
Más aún, la “Organización Inteligente” que plantea Senge (2000) aprende a través de personas que aprenden.  El aprendizaje individual no garantiza que ocurra el aprendizaje organizacional, pero no hay aprendizaje organizacional sin aprendizaje individual.  Del mismo modo, Senge (1990) enfatiza que existen cinco disciplinas en las organizaciones que aprenden: pensamiento sistemático, dominio personal, modelos mentales, construcción de una visión compartida y aprendizaje en equipo.  Algunas características que se pueden destacar de éstas organizaciones son:   valores compartidos; sólido y patente respaldo de la alta administración; existencia de mecanismos y estructuras de apoyo; aprenden de sus experiencias; buscan el mejoramiento continuo; reconocen el conocimiento del personal más cercano a los procesos básicos y la importancia de interactuar con ellos continuamente para activar ese conocimiento; valoran y cultivan el espíritu de trabajo en equipo.  Además, se invierten recursos para promover el aprendizaje en todos los niveles; se delega autoridad en el personal para que resuelvan problemas y busquen mejores maneras de hacer su trabajo; se enfatiza en el desempeño de la organización, tanto a corto como a largo plazo; la gente no le teme a equivocarse; y sus líderes comprenden que uno de sus roles básicos es el facilitar los procesos de aprendizaje de los individuos y los equipos.
Para desarrollar una organización que aprende, toda la institución debe ser un centro de aprendizaje, en donde realmente el personal deje la descripción de sus puestos y aprenda a ver la empresa desde su totalidad y desde su punto de acción. Al igual que en los deportes, cada jugada puede tener éxito o fallar, pero de cada una se debe aprender a mejorar o a cambiar e innovarla.  Un factor que puede provocar el fracaso de formar una comunidad de aprendizaje puede ser la falta de motivación y formación del educador.  Si éste no se convierte en el facilitador del conocimiento, el estudiante no creará su aprendizaje y el propio educador tampoco aprenderá.  Además, se puede identificar como una controversia en las comunidades de aprendizaje la falta de conocimiento de los objetivos que se pretenden lograr.  Si los miembros de la organización desconocen hacia dónde se dirige la misma, el camino al fracaso será seguro.  El líder educativo debe tener presente que todos los componentes de la institución deben conocer las aspiraciones de ésta.
El administrador de una institución educativa que funcione como una comunidad de aprendizaje es responsable de atender las necesidades de todos los estudiantes. Para que todo niño tenga la oportunidad de ser exitoso, los líderes educativos deben integrar esfuerzos y reestructurar las escuelas para que respondan a las necesidades de los estudiantes y crear un ambiente que conduzca al aprendizaje. Por tal razón, el reto mayor del líder educativo en una comunidad de aprendizaje es el de construir un ambiente inclusivo.  Todo participante debe tener la oportunidad de ser exitoso.  En la medida en que éstos disfruten el proceso de aprender, mayores serán las probabilidades de que obtenga los conocimientos que desea.  Con esta premisa en mente, la institución educativa es responsable de proveer experiencias significativas y retantes para todos los participantes, independientemente del nivel de escolaridad en que se encuentren. Los líderes educativos deben integrar esfuerzos con el propósito de reestructurar sus organizaciones para que respondan a las necesidades de desarrollo de sus educandos.  La meta de esta reestructuración debe ser el aumento en los logros educativos y la creación de un ambiente que conduzca al aprendizaje y que prepare al estudiante para el empleo, la formación familiar y otras responsabilidades de los adultos.  Para crear este tipo de ambiente hay que hacer cambios en la manera de administrar las instituciones, ajustes en el currículo para atender las diferencias individuales, modificar los roles profesionales de los educadores y revisar las estrategias para evaluar los logros.
La creación de una comunidad de aprendizaje real e inclusiva requiere tiempo y esfuerzo. El administrador deberá propiciar interacción entre estudiantes, personal docente y no docente y los miembros de la comunidad, ya que éstos son esenciales para el logro de un balance entre la oferta de la institución educativa y las demandas de los educandos.  El líder educativo es responsable de fomentar la comunicación, la colaboración y la cooperación como parte del proceso de enseñanza aprendizaje para lograr el ambiente inclusivo esperado.




 Referencias
  • Campos, Y. (2013). Introducción a las comunidades de aprendizaje.  Casa Abierta al Tiempo.

            México: UNAM.  Recuperado de http://www.youtube.com/watch?v=yddk192oYps
  • Owens, R. & Valesky, T. (2010).  Organizational Behavior in Education:  Leadership and

         School Reform. (10ed.).  Prentice Hall.
  • Senge, Peter M. (2014).  La quinta disciplina:  Escuelas que aprenden.  Bogotá:  Editorial

Norma.
  • Senge, Peter M. (1990).  La quinta disciplina.  El arte y la práctica de la organización abierta al aprendizaje.  Argentina:  Granica.

  • Tirado, R. & Méndez, J. M. (2010). Creando comunidades virtuales de aprendizaje: Análisis del  

progreso de las interacciones. Revista de Educación. 353.  pp. 297-328. Recuperado de  http://dialnet.unirioja.es
  • Velázquez, F. (2008).  Conducta organizacional en instituciones educativas:  un enfoque

           distinto.  Puerto Rico:  BiblioGráficas

No hay comentarios:

Publicar un comentario